Entre la amplia variedad de tamales mexicanos podemos encontrar el zacahuil o zacahuile, el cual destaca por su gran tamaño, pues existen algunos que llegan a medir un metro y medio de largo y a pesar cerca de 50 kilos, con los cuales se puede alimentar hasta a 250 personas. Por ello es considerado el tamal más grande del mundo. El zacahuil se elabora con masa de maíz martajado y molido con chile; tradicionalmente se rellena de carne y se envuelve con hoja de papatla y/o plátano. Finalmente es cocinado en horno de barro o de tierra.

Los bocoles son un antojito mexicano tradicional de la zona Huasteca, como Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, entre otros estados. Se trata de un disco de masa grueso muy similar a las gorditas huastecas, estos se preparan con manteca, que puede ser de cerdo, vegetal e incluso de res. También se puede rellenar con diferentes ingredientes y guisados, por ejemplo, son muy populares los bocoles de queso y los bocoles de frijol.

La picada, picadita o pellizcada es una preparación culinaria de la gastronomía veracruzana que consiste en una tortilla gruesa, untada con manteca, frijoles y queso.

Las Enchiladas Huastecas oriundas de esa región, un platillo primordial que representa parte de la gastronomía del estado a nivel internacional. Constan de tortillas de maíz recién hechas, bañadas en salsa roja o verde, espolvoreadas con queso de aro y adornadas con rajas de aguacate; se acompañan con una sábana de cecina (carne de res) y una guarnición de frijoles refritos negros o bayos.

El atole es una bebida caliente y espesa hecha a base de maíz cocido, molido y desleído en agua. El agua y el maíz molido se colocan sobre el fuego dentro de una olla de barro o metal, sin dejar de mover hasta que la mezcla se cuece y espesa. El resultado se considera el atole original, también llamado atole blanco, atole de maíz o atole de masa.

Uno de los clásicos de la cocina Huasteca es el pemol, un polvorón reseco elaborado a base de harina de maíz. Este pequeño panecillo se consume en toda La Huasteca, que abarca Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí. Por lo tanto, existen varias versiones según el estado.

El Xojol es un tamal dulce elaborado con masa de maíz martajada, piloncillo, canela, pasas y coco, que se envuelve en hoja de papatla. Se acostumbra para el desayuno, y en el ofrecimiento a Tlacatecólotl, «señor del bien y del mal«, días antes de la Semana Santa en la Huasteca. Esta deidad formaba parte de la cosmovisión de los nahuas de la huasteca, quienes lo consideraban como una especie de diablo.

En esta zona de la huasteca también se acostumbran los tamales de palmito, esa famosa palma brasileña que en México crece silvestre en la región. Esos tamales son unas bolas de masa compacta, no esponjada, envueltas en hoja de mazorca y el relleno es de palmitos picados y guisados ligeramente picantes.

Las estrujadas veracruzanas son un platillo típico de la Huasteca Veracruzana, especialmente del municipio de Tuxpan. Se trata de una tortilla de maíz grande y gruesa, de unos 20 a 25 centímetros de diámetro, que se cuece en un comal (affiliate link) como una tortilla normal.